La hiperhidrosis axilar es un exceso injustificado del sudor corporal sin necesidad de que se cumpla la termorregulación humana. Nuestro cuerpo autoregula la temperatura corporal para mantener la constante de 37ºC, pero ante factores externos (aumento del calor en verano, estrés, ansiedad, etc) obligan a las glándulas sudoríparas a refrigerar la piel por evaporación.

Pues bien, cuando las glándulas sudoríparas refrigeran la piel sin un motivo aparente (calor, estrés, etc) y se produce de forma espontánea (llegando a ser incluso en exceso), estamos hablando de hiperhidrosis.

Pacientes que sufren de hiperhidrosis axilar (también se da en pies y manos), llegan incluso a tener que usar varios cambios de ropa por el inconveniente de que esta enfermedad provoca que estén empapados en sudor todo el tiempo.

La utilización de toxina botulínica contra la hiperhidrosis en las axilas es un procedimiento sencillo, eficaz y prácticamente indoloro. Durante una temporada, el paciente podrá hacer vida normal sin tener que estar preocupándose del exceso de sudor.

También disponemos de un tratamiento con más duradero, llamado FRACTORA.