Los esguinces son una de las principales causas de lesiones. Este daño, generalmente, se produce cuando doblas o tuerces el tobillo de una forma extraña, lo que hace que las bandas (conocidas más formalmente como ligamentos) encargadas de mantener el hueso unido al músculo se rompen o se desgarren.
Aunque estos ligamentos son bastante flexibles, esto se produce cuando se fuerza más allá de su amplitud normal de movimiento. A pesar de ser bastante comunes, no siempre se terminan curando bien, por lo que en clínica Kam recomendamos que, si nuestros pacientes tienen un esguince, intenten estar en absoluto reposo durante los días que el médico les aconseje, ya que es la única forma por la que el tobillo puede llegar a curarse del todo sin desarrollar algún tipo de problema en el futuro. También es aconsejable, que se disponga de una rehabilitación para ayudar al músculo a recuperar la elasticidad que ha perdido debido, tanto a la rotura como a las semanas de absoluto reposo. Siempre teniendo en cuenta que cuando vuelvas a ponerlo en funcionamiento, sobre todo aquellas personas que son deportistas, aficionados o profesionales, lo hagan poco a poco y con mucho cuidado para no empeorar la condición física.
Ante todo, para poder prevenir estas lesiones, nuestra clínica recomienda hacer un calentamiento previo y posterior para todas las sesiones de deporte y nunca exceder la resistencia de uno mismo.