La narcolepsia es un trastorno crónico del sueño que se caracteriza por experimentar una somnolencia extrema e incluso ataques de sueño repentinos, lo que provoca que las personas que lo padecen, tengan dificultades para mantenerse despierto. También puede provocar la pérdida repentina del tono muscular, también conocida como cataplejía, que en general, se produce por sentir una emoción intensa. Hay dos tipos: la narcolepsia acompañada de ataques de cataplejía, se conoce como narcolepsia de tipo 1, mientras que la que no tiene ataques se conoce como tipo 2.
No existen causas específicas, pero la narcolepsia de tipo 1, se produce por los niveles bajos de hipocretina en el cerebro, que es una sustancia neuroquímica que ayuda a regular la vigilia. Los síntomas más frecuentes son somnolencia durante todo el día, pérdida repentina del tono muscular (esto pasa sobre todo cuando también se producen cataplejía), parálisis del sueño, incluso alucinaciones. Esta enfermedad puede producir diferentes complicaciones como daño físico (si los ataques se producen haciendo la comida, por ejemplo), obesidad, desinformación de esta enfermedad, etc.
La narcolepsia es un trastorno que, por desgracia, no tiene cura, pero existen diferentes tratamientos médicos para poder controlar sus síntomas e intentar llevar un estilo de vida sin cambios.